El Día Mundial del Ahorro te recuerda la importancia que tiene el guardar, acopiar o aprovisionar recursos. Todo de una manera inteligente y oportuna para ayudarte a enfrentar situaciones e incertidumbres futuras.
El 31 de octubre de 1924 marcó el inicio de una importante celebración a nivel mundial, que desde entonces se ha venido realizando ininterrumpidamente. El Día Mundial del Ahorro. Cada año, durante décadas sucesivas, esta ocasión ha servido para resaltar constantemente la importancia del ahorro para las personas y para un desarrollo económico general.
Como dato histórico cabe señalar que, antes de esa fecha, algunos países europeos ya promovían a nivel nacional el hábito de ahorrar. Es el caso de España, por ejemplo; país que desde 1921 celebraba un día nacional del ahorro. También Alemania lo venía incentivando desde 1923, luego de la muy resonada reforma monetaria que para entonces se introdujo en ese país. El Día Mundial que ahora se celebra, unificó esas tendencias.
Y es la confianza en el ahorro lo que siempre ha estado en el centro de todas estas campañas. El ahorro como mecanismo inteligente de protección frente a los imprevistos, y como vehículo de autorrealización para alcanzar tus metas y formar tu patrimonio.
¿Por qué se celebra el Día Mundial del Ahorro?
El Día Mundial del Ahorro se celebra cada año el día 31 de octubre. Desde hace ya casi un siglo con esta celebración, se busca aumentar y fortalecer el conocimiento público sobre la importancia de ahorrar. Es decir, de reservar estratégicamente una parte de los ingresos recibidos, a los efectos de poder enfrentar con ellos eventuales contingencias futuras. Se trata del ahorro visto en forma clásica o tradicional.
Este concepto, sin embargo, ha venido evolucionando. El objetivo promocional de la campaña viene ahora con el llamamiento a individuos e instituciones para que tengan confianza en el ahorro. Pero el objetivo no es el ahorro en sí mismo. Tampoco se reduce al ahorro dinerario. Se trata más bien de alcanzar niveles sostenibles de bienestar propio y del entorno, desarrollados a partir de sanos hábitos financieros. Incluyendo el ahorro, desde luego.
Otras formas de ahorrar
Actualmente son muchas las instituciones, instancias u organismos que para celebrar este día, hacen llamados e incentivan el ahorro de manera general. Es decir, más allá del aspecto estrictamente monetario. De esta manera, promocionan –por ejemplo- diversos tipos de ahorro que resultan compatibles con el desarrollo sostenible y sustentable, al tiempo de ser ambientalmente amigables.
Así, el ahorro del agua, del combustible (gasolina y otros), de la electricidad y de muchos otros rubros, resulta prioritario. Todo ello se logra con la adopción de mejores hábitos de consumo, lo cual resulta fácil cuando actúas conscientemente y con disciplina personal. Algo que redunda en beneficios para el entorno del ser humano y para su propio bolsillo.
En nuestros días, estas modalidades de ahorro se promueven sin olvidar -por supuesto- algo fundamental; el ahorro monetario propiamente dicho. De tal manera que la ampliación de este concepto y su utilidad incluyente y extensiva es una tendencia que va en aumento. Se refuerza la idea de que ahorrar es bueno en todos los sentidos y, ciertamente, en casi todos los rubros. Un bien común universal, sin duda.
¿Quién instituye el Día Mundial del Ahorro?
La sesión de clausura del Primer Congreso del Ahorro, celebrado en Milán, Italia, el 30 de octubre de 1924, fue el escenario donde se instituyó. Ese día, entre las resoluciones de dicho Congreso, se encontraba una importante decisión. A partir de ese momento se utilizaría un día específico del año para promover a nivel mundial la figura del ahorro. Y así fue como nació esta celebración que se ha extendido exitosamente hasta nuestros días.
Le correspondió al Profesor italiano Filippo Ravizza presidir las sesiones de dicho Congreso en el que se dieron cita representantes de una veintena de países. Más de 300 delegados tuvieron entonces la responsabilidad de analizar por primera vez temas relativos a la organización y reglamentación de las Cajas de Ahorro. Y es al Profesor Ravizza a quien se le atribuye el haber acuñado en esa ocasión la celebrativa expresión.
El contexto mundial en el que se adoptó esta decisión fue el de la primera posguerra. En medio de los esfuerzos por superar los estragos que había causado la primera guerra mundial, principalmente en suelo europeo.
La intención de promover el ahorro tan ampliamente como fuera posible tenía una razón de ser entonces. Por diversas causas, que iban desde el desconocimiento hasta la desconfianza, las personas no se sentían inclinadas a utilizar las entidades bancarias o financieras.
La banca y el ahorro
Muchos preferían guardar el dinero en su propio hogar. El llamado fue entonces a utilizar el sistema bancario para ahorrar en forma segura y eficiente.
La decisión del Congreso reunido en Milán, tomó debidamente en cuenta los esfuerzos y experiencias hechos con anterioridad en ese sentido por otros países. Los casos de España y Alemania, como ya mencionamos, sirvieron de ejemplo. Además de otras experiencias aportadas por países como Estados Unidos en donde el incentivo al ahorro tenía una promoción importante.
El profesor Filippo Ravizza y el llamamiento a estimular el ahorro mundialmente
Filippo Ravizza, como autoridad del primer Congreso que reunió a entidades bancarias, financieras y de ahorro de la época, declaró el inicio de la celebración. Su llamado fue amplio. Dirigido a los individuos, a las familias, y a las instituciones por igual. Para entonces, ya se consideraba al ahorro como una señal de madurez de las personas y de las sociedades. Una formidable herramienta para impulsar el desarrollo económico-social, que era tan anhelado entonces como lo sigue siendo ahora.
A las familias envió el mensaje sobre la importancia del ahorro para proteger a los suyos. El ahorro para el futuro. Para la educación y mayor seguridad de los hijos en tiempos venideros. Para gastos médicos urgentes o situaciones imprevistas, etc.
De dicho Congreso internacional salió fortalecido el criterio de que el ahorro es un mecanismo inteligente de prevención frente a incertidumbres futuras. Además de ser, obviamente, una forma segura de acceder a mejores y más elevados estándares de vida. Adicionalmente, con base en el ahorro formal (bancarizado), los países podían desarrollar mejor sus propios sistemas económicos. Una auténtica expresión de la siempre deseable fórmula ganar-ganar.
Nuevos promotores del ahorro
Desde el inicio de esta celebración mundial muchos actores sociales se incorporaron inmediatamente a promover el hábito del ahorro bancario. El llamado de Ravizza y el Congreso del Ahorro tuvieron gran eco y mejor receptividad. Escuelas, iglesias y asociaciones de diversa índole que iban desde sociedades deportivas hasta gremios profesionales, trabajaron conjuntamente con los bancos en ese cometido. Un movimiento mundial que se hizo sentir.
Desde entonces, también los medios de comunicación en cada época han sabido adaptarse para apoyar este tipo de campañas o iniciativas. Antes con folletos, volantes, prensa escrita, anuncios publicitarios, transmisiones radiales y televisivas, programas educativos, etc. Ahora, añadiendo el increíble poder de alcance y penetración de los medios electrónicos y digitales que han surgido en la era digital.
Internet y las redes sociales han potenciado enormemente en nuestros días la más amplia distribución del mensaje que se quiere transmitir; las bondades del ahorro.
¿Cuál es la importancia del ahorro?
Ya hemos mencionado la importancia del ahorro como mecanismo preventivo frente a las necesidades e imprevistos del futuro. Incluso, contar con un fondo de emergencia es una medida prudente. Citemos ahora la realidad en nuestros días para ejemplificar su importancia con lo que ocurre regularmente en la práctica.
La pandemia que sorprendió al mundo a finales de 2019 y principios de 2020 extendiéndose hasta hoy, alteró también el panorama financiero mundial. Y lo hizo de diversas maneras. Individuos e instituciones han tenido que adaptarse a esta nueva realidad global. La economía y las finanzas han trastocado con sus vaivenes la estabilidad de personas físicas y jurídicas a nivel planetario.
La pandemia y el ahorro
En el contexto de este complejo panorama, el ahorro en muchos casos vino a ser como un salvavidas. Tratándose de una reserva que se tiene a disposición para utilizarla según convenga en situaciones futuras. El ahorro bajo condiciones de pandemia ha sido sin duda un respaldo importante. Y es que cientos de miles de personas perdieron sus trabajos debido a esta crisis.
Quienes supieron ahorrar hasta entonces, comprobaron que gracias a esos recursos -inteligentemente reservados para casos imprevistos- el impacto económico negativo de la pandemia pudo aminorarse. Ha sido, pues, un escudo contra la crisis.
Adicionalmente, y al propio tiempo, la situación de pandemia representa una oportunidad para reflexionar sobre tus hábitos financieros. Piénsalo. Tu beneficio individual y el colectivo también dependen de las mejores prácticas que se puedan implementar en el campo de las finanzas personales.
Con las restricciones de movilidad y el cierre masivo de centros de trabajo, consumo y entretenimiento a nivel global, el gasto tiende a la baja. Este es un problema macroeconómico serio en cuya resolución, ya muchos países y organizaciones internacionales están trabajando.
Sin embargo, desde el punto de vista individual, para las personas representa una oportunidad de consolidar hábitos positivos como el ahorro y el gasto consciente. Por ahora, ha surgido un nuevo estilo de vida. Uno en el que las personas pasan más tiempo en sus hogares que en los centros de consumo masivo. Una oportunidad para el ordenamiento y la consolidación financiera personal y familiar.
El incentivo del ahorro desde la escuela y la niñez
En materia de educación financiera hay gran consenso en cuanto a que el hábito del ahorro se debe incentivar desde temprana edad. Desde la escuela y la niñez. El bienestar de las personas está estrechamente relacionado con el ahorro. Mientras más temprano en la vida se aprendan a desarrollar habilidades financieras a partir de prácticas beneficiosas como el ahorro, pues, mejor.
La escuela y la niñez representan por antonomasia las etapas de formación y desarrollo del conocimiento y el comportamiento humanos. Es cuando las personas somos más receptivas a la enseñanza.
La educación durante la infancia es ideal para inculcar valores útiles para un adecuado desenvolvimiento social. El ahorro es una herramienta virtuosa. Por tanto, el éxito en las diversas facetas de la vida tiene que ver también con la práctica de este tipo de virtuosismo.
Cuando niños y jóvenes están orientados desde temprano en el manejo responsable de sus finanzas personales llevarán una clara ventaja. Van a estar sin duda, en una mejor posición de alcanzar el éxito en su etapa adulta.
Desarrollar el hábito del ahorro, ajustar sus gastos a un presupuesto, tener conocimientos básicos de inversiones y decidir la utilización de sus recursos inteligentemente. Todas éstas, entre otras, son habilidades de gestión financiera susceptibles de ser aprendidas y desarrolladas desde la niñez.
¿Por qué octubre es el mes del ahorro?
Entre las décadas de los años 1950 y 1970 (durante la segunda posguerra), la celebración del Día Mundial del Ahorro alcanzó un gran auge. En 1974, la misma instancia que había instaurado su celebración, decidió entonces declarar el mes de Octubre como el mes del ahorro. Y así se le considera también cada año. Un período más amplio para promover el ahorro y concientizar sobre su gran importancia.
Aún subsisten retos importantes en ese terreno. Los países desarrollados están a la vanguardia. Sus altos índices de bancarización hablan bien del estado de concientización logrado en materia de ahorro. Prácticamente cada persona tiene una cuenta bancaria y es difícil imaginar el ahorro fuera de los mecanismos financieros formales.
En los países de menor desarrollo, sin embargo, la bancarización de servicios financieros todavía constituye un problema. Hay que hacer más para disminuir esa brecha.
Consejos para ahorrar
El Día Mundial del Ahorro ha logrado en buena medida su cometido. Ha venido promoviendo e incentivando de manera eficiente y efectiva el ahorro a escala global durante décadas. La cumplida celebración de esta fecha y este mes cada año, seguirá fomentando la conciencia sobre los beneficios de tan sano hábito financiero. Por eso, te damos algunos consejos para que tú también comiences a ahorrar:
- Lo primero es tener conciencia sobre la importancia de resguardarte mediante el ahorro en entidades bancarias y financieras.
- Ten disciplina, se constante y ordenado con tus finanzas personales.
- Gasta de forma moderada e inteligente, diferenciando entre necesidades y deseos.
- Invierte luego de que tengas información adecuada, necesaria y suficiente para hacerlo.
- Haz tu presupuesto mensual como base para tu plan de ahorros.
- Establece metas de ahorro por plazos y prioridades presupuestarias.
- Infórmate sobre modalidades y condiciones ofrecidas por instituciones bancarias.
- No olvides crear un fondo para emergencias.
- Promueve el ahorro entre familiares, especialmente entre niños y jóvenes.
Y en cuanto a la educación de los niños, con esta actitud hacia el ahorro puedes enseñarles con tu ejemplo. Educarlos didácticamente mediante juegos financieros como Monopolio o Ca$hflow (el juego de Robert Kiyosaki). Motivarlos para que desde temprana edad se inclinen a ahorrar, desde dinero hasta tiempo, pasando por una diversidad de recursos.
El Día Mundial del Ahorro siempre será el momento propicio y el marco ideal para recordarnos la importancia que para todos tiene el poder ahorrar.