Todos en algún momento hemos tenido problemas de sobregasto en nuestra planificación financiera personal. En gran parte, esto puede deberse a los gastos hormiga.
Existe un enorme porcentaje de la población mundial que acaba gastando más dinero que el que tenía previsto al final de cada mes. En muchas ocasiones, estos sobregastos se deben a pequeñas fugas de capital que tenemos incluso sin darnos cuenta. Hoy te explicaremos qué son los gastos hormiga y cómo evitarlos.
La planificación financiera es la clave para que cualquier persona pueda hacer rendir su capital al máximo. Una administración eficaz puede hacer que pases de llegar justo a final de mes a poder ahorrar, invertir e incluso darte algún lujo. Sin embargo, para esto es necesario identificar en qué estás gastando tu dinero.
Muchos solemos cometer el error de pensar que nuestras fugas de capital se deben a las compras compulsivas, a los altos gastos o exceso de lujos. Sin embargo, esto no necesariamente tiene que ser de esta manera.
Muchas veces las grandes pérdidas son provocadas por los gastos más pequeños. Es decir, todas esas pequeñas compras que hacemos a lo largo del mes que, a primera vista, parecen insignificantes.
Desde un dulce en un kiosco, hasta un helado luego del almuerzo… Todos estos pequeños gastos, al verlos por separado, parecen no ser gran cosa. No obstante, al sumarlos podemos notar que gran parte de nuestro capital se está yendo en cosas pequeñas, insignificantes e incluso totalmente innecesarias. Es justo a esto a lo que llamamos gastos hormiga y hoy sabrás al detalle cómo se llama a los gastos que no son necesarios, y la manera de controlarlos.
¿Qué son los gastos hormiga?
En línea con lo anteriormente mencionado, podemos definir los gastos hormiga como esos pequeños gastos que hacemos de forma reiterada, que forman parte de nuestra vida cotidiana.
Al ser gastos por pequeñas sumas de dinero, solemos no darle importancia a este tipo de gastos. Sin embargo, al hacerlos de forma reiterada, van sumando cantidades de dinero que sí pueden influir en nuestro balance financiero sin que siquiera lo sepamos.
¿Por qué se los llama gastos hormiga?
La analogía de los gastos hormiga es bastante simple. Seguramente en la escuela hiciste algún microambiente de hormigas o llegaste a ver uno.
Las hormigas son pequeños insectos que, vistos individualmente, son totalmente insignificantes. No obstante, las hormigas en grupo logran formar sus propios reinos. Un hormiguero es una estructura que puede llegar a ser bastante impactante.
Del mismo modo, una plaga de hormigas puede acabar con las cosechas o incluso generar daños estructurales a una casa.
Es justo por esto que les llamamos gastos hormiga a este tipo de gastos. Por separado pueden ser vistos como algo pequeño e irrelevante, pero sumándolos podemos notar que estamos sufriendo un daño económico importante a raíz de ellos.
Sin embargo, este no es el único nombre que reciben este tipo de gastos compulsivos que resultan dañinos para nuestra economía. En muchos lugares también se les conoce como gastos fantasma.
¿Cómo identificar gastos hormiga?
Ahora que sabes cómo se llaman los gastos innecesarios que todos hacemos de forma recurrente, debemos identificarlos para evitar que estos nos arruinen económicamente.
Para identificar los gastos hormiga es necesario que revisemos nuestras rutinas diarias y verifiquemos qué son esos pequeños gastos que hacemos de forma periódica y que repetimos sin pensarlo por lo baratos que pueden llegar a ser.
Un ejemplo pueden ser las cajas de chicles. Muchas personas consumen cantidades realmente enormes de chicle sin siquiera darse cuenta. Aunque parezca una pequeñez, te recomendamos hacer el ejercicio de sacar la cuenta de cuánto gastas en chicles a la semana, al mes y al año. En caso de que compres de forma reiterada, te darás cuenta que los números son realmente alarmantes.
De este modo, podemos definir algunos puntos en común que suelen tener los gastos hormiga en nuestro esquema de gastos.
- Son gastos pequeños que no parecen afectar de ninguna manera nuestra situación financiera.
- Son habituales. No necesariamente tienen que ser gastos diarios, pero siempre hay algún patrón de repetición temporal.
- No los tomamos en cuenta en nuestra planificación, ya que parecen totalmente insignificantes.
- Sumando los gastos hormiga, obtenemos sumas de dinero considerables.
¿Cuáles son los gastos hormiga más comunes?
Por lo general, los gastos hormiga más comunes son aquellos que están ligados a la dependencia o vicios. Desde la cafeína, el tabaco, las píldoras para dormir, los dulces, etc.
Imagina que un fumador frecuente compra una caja de cigarrillos cada 2 días. La caja de cigarrillos en España puede llegar a costar hasta 5 euros. De este modo, estaríamos hablando de un gasto cercano a los 75 euros mensuales en cigarrillos, que llevados a la escala anual serían cerca de 900 euros por año en cigarrillos.
¿Logras darte cuenta de cómo estos gastos pequeños pueden crecer como bola de nieve? Ahora imagina que esa misma persona toma un café diario, compra un helado a la semana y come comida rápida 2 veces por mes.
Si bien todas las personas nos damos gustos de vez en cuando, es importante tener en cuenta todos estos gastos en nuestra planificación financiera, de modo que estén contemplados en nuestras cuentas. Esto tanto para poder reducirlos como, al menos, que no nos tomen por sorpresa.
¿Cómo afectan los gastos hormiga?
Las consecuencias de los gastos hormiga son más que evidentes. Una fuga de capitales de gran tamaño como lo pueden ser este tipo de gastos puede llegar a tener un impacto realmente importante en nuestras finanzas personales.
Volvamos al ejemplo de los cigarrillos. Un fumador frecuente puede perder hasta 900 euros al año por sus gastos hormiga. Esos 900 euros pueden sacarte de un apuro en caso de emergencia, pueden ser el paso inicial para una inversión, pueden ayudarte a pagar el alquiler o incluso puedes pagar un vuelo transatlántico para tus vacaciones.
Poniendo todo en estas dimensiones, podemos entender qué tanto pueden afectar los gastos hormiga a una persona. Estos no solo afectan a la hora de necesitar dinero, sino que pueden llegar a ser una traba para que la persona pueda disfrutar de la mejor manera del fruto de su trabajo o que incluso genere mayores ganancias. Esto solo por el consumo recurrente de cigarrillos.
Esto es solo un ejemplo muy gráfico de cómo afectan los gastos hormiga a la economía de una persona o familia.
¿Cómo dejar los gastos hormiga?
Ahora que sabes cuál es la importancia de controlar los gastos hormiga y que los has logrado identificar, la gran pregunta es cómo evitarlos y reducirlos al mínimo.
Antes que nada, debemos aclarar que reducir o limitar los gastos hormiga no implica que no gastemos nada de dinero fuera de la planificación, o que nos convirtamos en paranoicos de la contabilidad. Esto simplemente trata de evitar que estos gastos pequeños no se transformen en algo relevante o perjudicial para nuestra economía.
Es decir que podrás seguir haciendo pequeños gastos en tus gustos y tus vicios, siempre y cuando tu economía no se vea afectada. Dicho esto, proseguimos con algunos consejos que pueden ser de gran utilidad para dejar los gastos hormiga.
1. Lleva un registro
Registra todos tus gastos. Por muy pequeños que sean, te será sumamente útil saber cuánto dinero has estado gastando en cada cosa. De este modo, sabrás si te estás excediendo en cierto tipo de gastos y detectarás otros gastos hormiga que estén surgiendo en tus rutinas diarias.
2. Planifica
La planificación es la clave de todo, y puede ser de gran utilidad a la hora de afrontar un problema con gastos hormiga. Si sabes que gastas dinero de forma recurrente en café, incluye este gasto en tu planificación. Puedes destinar una cierta cantidad de dinero mensual a darte ese gusto, estableciendo también tu límite.
3. Establece tus metas
Como dijimos anteriormente, no está nada mal que uses tu dinero para satisfacer ciertos gustos. Al fin y al cabo, todos queremos disfrutar del dinero que conseguimos con nuestro esfuerzo. Sin embargo, hay que tener las metas claras.
Si te estableces tus metas de ahorro y/o inversión, apartando lógicamente tus obligaciones financieras, el resto del dinero podrás usarlo en lo que quieras. Establece bien tus metas, y una vez cumplidas, tendrás la libertad de darte esos pequeños placeres.
4. Aprende a diferenciar lo indispensable
Siempre es bueno que tengas en mente cuáles son las cosas que necesitas y las que no. En caso de que seas ese tipo de personas que suele tener gastos compulsivos en pequeñeces, debes trabajar en la diferenciación de lo indispensable y de lo prescindible.
Teniendo bien claro cuándo un gasto es totalmente innecesario, será un poco más fácil controlar ese tipo de gastos compulsivos. Las tentaciones estarán constantemente en tu entorno, y solo deberás saber controlar tus impulsos de compra.
A tomar acción
Ahora que sabes bien qué son los gastos hormiga y cómo evitarlos, es momento de que tomes conciencia de tus finanzas personales y de los gastos que pueden estar afectando tu economía.
El gran problema de los gastos hormiga es que solemos pasar años haciendo una inmensa cantidad de gastos totalmente innecesarios que acabaron llevándose consigo unas cantidades de dinero realmente absurdas.
Este dinero que se evapora con los gastos hormiga, es justo aquel que puede hacer que no estés llegando cómodamente al final de mes y que estés constantemente a la espera del pago en tu trabajo.
Además de esto, estos gastos pueden estar frenando tu crecimiento económico. Si bien puede que logres llegar a final de mes cumpliendo con tus obligaciones financieras, estos gastos pueden estar limitando tu capacidad de ahorro o inversión, por lo que se compromete tu situación a futuro.
Por lo tanto, es de total importancia que prestes atención a tus gastos para saber en qué estás gastando exactamente tu dinero. Una vez hecho esto, podrás administrarte de una manera mucho más efectiva para que puedas seguir dándote tus gustos sin la necesidad de comprometer tu situación financiera. Aunque es probable que debas reducir los gastos en ciertas cosas.
Este es un problema al que nos enfrentamos todas las personas en el mundo, ya que todos hemos hecho gastos innecesarios a lo largo de nuestras vidas. Hoy en día es incluso más complicado, ya que nos llueven ofertas por la red y los medios de pago son más accesibles que nunca.
Cada centavo cuenta
Lo más importante de todo lo que hemos hablado sobre los gastos hormiga es que cualquier gasto, por pequeño que parezca, está saliendo de nuestro bolsillo y afecta nuestro plan financiero.
Los gastos pequeños y esporádicos pueden no tener ningún tipo de efecto en nuestra economía, pero al hacerlos de manera recurrente pueden convertirse en un problema.
Desde los chicles o cigarrillos que compramos en el kiosko, el paseo que se antoja un viernes al salir del trabajo o incluso la lotería, podrían calificar como gastos hormiga. Todos estos pequeños gastos suman y deben estar reflejados en nuestra planificación.
Una vez planificadas tus cuentas, podrás abrir espacio para tus gustos y vicios. Es importante que sepas que ser eficiente con el dinero también incluye saber multiplicarlo, por lo que administrarte correctamente podría hacer que tengas cuentas mucho más holgadas en el futuro.
En cualquiera de los casos, es de vital importancia que te planifiques para no tener que pasar por malos momentos a causa del sobregasto, y luego tengas que hacer un recálculo de todas tus finanzas.
Quizá lo que más te sirva para poder dar ese paso a la administración eficiente de los recursos, es entender que un plan correcto te ayudará a ganar más dinero, por lo que los gastos hormiga, en principio, pueden llegar a dejar de ser gastos significativos.
Algunos especialistas aseguran que los gastos innecesarios no pueden constituir más del 2% de los gastos de una persona. Sin embargo, mientras mayor sean tus habilidades y patrimonio, podrás hacer que tus ingresos crezcan significativamente.
Pon en práctica estos consejos y te darás cuenta rápidamente como estos conllevan a mejores elecciones en el plano financiero y a una salud financiera más que notable.