Son muchas las personas que hacen aportaciones para este tipo de seguros. Por lo que es muy importante saber algunos aspectos sobre la fiscalidad de los seguros de vida
Hay múltiples razones por las que las personas optan por pagar un seguro de vida. Más allá de contar con una protección económica a la hora de un accidente o fallecimiento, muchas personas lo ven como un medio de ahorro. Sin embargo, es necesario saber que estos seguros no cuentan con ningún tipo de deducción fiscal.
¿Qué son los seguros de vida?
Un seguro de vida es un contrato que una persona firma con una empresa, en el cual se establece que el beneficiario quedará amparado económicamente en caso que al asegurado le suceda algo. Esto se hace por medio de una suscripción, por lo que el amparado debe hacer los pagos generalmente mensuales de una póliza.
Si bien cada seguro cuenta con sus propias cláusulas, estos en principio ofrecen una indemnización económica. Por lo general, estos se activan en caso de accidentes de gravedad o en caso de fallecimiento.
Este tipo de seguro cuenta con varias clasificaciones, por lo que, dependiendo de la póliza contratada, se activa bajo distintas circunstancias.
- Seguros en caso de supervivencia: En este tipo de seguro de vida, el beneficiario o el tomador paga una póliza durante un tiempo determinado. La empresa en cuestión hace un pago en caso de que dicha persona se encuentre con vida al momento de finalizar el vínculo.
- Seguros en caso de muerte: El beneficiario o tomador se compromete al abono de una suscripción. Por su parte, la aseguradora pacta el pago de una cifra específica en caso de que la persona fallezca.
- Seguros mixtos: Esta es una mezcla de los dos contratos anteriores. Es decir, la empresa aseguradora paga el monto acordado en caso de que la persona fallezca, o lo pactado con el beneficiario al momento de que el contrato llegue a su vencimiento.
También existen seguros de vida vinculados a las hipotecas. En estos casos puntuales, la persona que ha solicitado una hipoteca puede acordar con una aseguradora para que pague la deuda en caso de fallecer.
Tributación o fiscalidad de los seguros de vida
Ya sabiendo qué son los seguros de vida, es importante aclarar que, estés donde estés, el dinero pagado por la empresa aseguradora en cualquiera de sus tipos de seguro, no cuentan con ninguna deducción fiscal.
Es por esto que debes tomar en cuenta, dependiendo del país donde te encuentres, cómo y cuánto se deberá tributar por esos fondos recibidos gracias al seguro de vida.
Durante las últimas décadas, la tributación de los seguros de vida constituye uno de los ámbitos de mayor complejidad y variabilidad. Son muchas las confusiones en torno a cómo se debe tributar este tipo de retribución monetaria.
Entre los aspectos más importantes a tomar en cuenta para poder entender cómo es la fiscalidad de un seguro de vida en particular, es determinar quién es quién en el contrato.
Enfocándonos en el tema fiscal, el contribuyente puede verse reflejado en el contrato con distintas categorías. Este puede catalogarse como el tomador (quien abona las primas), el asegurado (la persona sobre la cual recaen los riesgos), o el beneficiario (quien recibe la suma final).
Es de suma importancia saber cuál es el perfil de la persona beneficiaria del contrato al momento de rendir cuentas con el fisco local. Esto es relevante para saber si se tributa bajo las condiciones del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) o bajo régimen del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
En la gran mayoría de los casos, el dinero recibido gracias a la finalización de un contrato de seguro de vida, sea por vencimiento o por la muerte del asegurado, corresponde al régimen de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas .
Fiscalidad de las prestaciones
Las prestaciones que corresponden a los seguros de vida, varían según los elementos y características que forman parte de los contratos.
La forma de actuar en el momento de solventar ciertas circunstancias, el monto final y los datos personales, también pueden influir. Los impuestos que los involucrados deben cancelar, dependen exclusivamente del tipo de seguro.
Como existen pagos por fallecimiento, por invalidez, y hasta por supervivencia, las cotizaciones son totalmente diferentes.
¿Cómo tributar los seguros de vida?
Si bien la forma de tributar puede variar dependiendo del país en donde se haga el ejercicio fiscal, los impuestos suelen ser deducidos de formas similares.
En caso de que el tomador del seguro y el beneficiario sean personas distintas, el contrato de seguro estará subsumido en la tributación prevista para el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. El régimen sucesoral tiende a beneficiar al cónyuge o hijos de la persona que pagó el seguro durante el tiempo de contrato.
Ahora bien, si el tomador y el beneficiario son la misma persona, lo que el beneficiario reciba se tributará según lo preceptuado por el régimen del Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas. Este importe se catalogaría como base imponible de las ganancias.
Seguros de supervivencia o de ahorro
En el caso de los seguros de ahorro hay un punto importante para aclarar con respecto a la tributación, y es que se tributa tomando en cuenta la rentabilidad del monto abonado a lo largo del contrato.
Este tipo de seguros de vida funcionan de una forma similar a las pensiones, ya que el objetivo es obtener una renta vitalicia. Es decir, que el beneficiario reciba sumas de dinero de forma periódica una vez se llegue a la fecha de vencimiento del vínculo (generalmente tras el retiro).
En estos casos, el ahorro que se logra a través de las aportaciones periódicas es limitado generalmente a un 30% anual, y las retribuciones periódicas son deducibles al IRPF.
Existen otros casos como el seguro individual de ahorro a largo plazo, que no se tributa por los rendimientos obtenidos de mantener dicha inversión por un plazo superior a 5 años. Tampoco aplicaría en caso de que la retribución anual supere un monto determinado, que puede variar en base al país donde se haga el ejercicio fiscal.
Seguros de vida en caso de muerte o de riesgo
Los seguros de vida de riesgo son aquellos que acuerdan el pago de primas a cambio del abono de cierta cantidad de dinero al momento en el que el tomador fallezca. La cantidad de dinero que recibirá el beneficiario (herederos legales) variará en función de lo que el tomador haya acordado en el pago de sus primas.
En este tipo de seguros, algunos países ofrecen grandes ventajas fiscales. De ser el o los beneficiarios familiares directos (padres, cónyuge o hijos), es probable que se pueda optar por una reducción del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Es importante recalcar que en este caso el tomador y el beneficiario son personas distintas, por lo que es un tercero quien recibirá el dinero pactado en el contrato con la aseguradora. Por lo general, este o estos terceros son familiares directos de una persona fallecida.
Seguros mixtos
Los seguros de vida mixtos, también conocidos como Plan de Prevención para Asegurados, ofrecen una rentabilidad en caso de supervivencia, pero también otorgan un monto a otros beneficiarios en caso de muerte.
En estos casos, las autoridades fiscales también ofrecen algunos beneficios para la tributación del monto recibido por la aseguradora. Esta cantidad se puede ir deduciendo año tras año de la base imponible del IRPF.
¿Qué sucede con la fiscalidad de los seguros de vida colectivos?
Algunas empresas optan por asegurar a sus empleados con seguros de vida colectivos. Las primas son deducidas directamente en el Impuesto de Sociedades de la empresa, siendo la imputación de dichas primas una obligación. En el caso de la tributación, a la hora de recibir el dinero establecido en el seguro, también habría que recurrir al contrato para definir bajo qué clasificación está la persona que recibe el monto.
En este caso procede el supuesto ya comentado. Si el asegurado y el beneficiario son la misma persona, el pago de impuestos corresponde como IRPF, mientras que si son personas distintas, sería un Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Esta última se aplica, claramente, en el caso de que el asegurado fallezca, por lo que sería su familia quien tendría dicha responsabilidad fiscal.
¿En qué consisten los seguros de vida no inversor?
Es uno de los seguros más populares en la actualidad, pues no se encuentran atados al ahorro de los individuos. Aquellas personas que apuestan por este seguro en particular, saben que garantizaran un beneficio a largo plazo, para sus allegados implicados.
Son denominados como seguros de vida al uso. Consisten básicamente en compensaciones económicas importantes, hacia los familiares de un fallecido. Sin embargo, la muerte no es la única forma de conseguir sus beneficios, debido a que la invalidez es otro de sus supuestos.
Un dato relevante sobre estos seguros radica en la exclusión dentro de las declaraciones de la renta. Desde el punto de vista fiscal, están exentos del régimen de tributación siempre que se trate de beneficiarios pertenecientes al primer grado de la línea sucesoral.
Como única obligación justificada, las personas beneficiadas tendrán que pagar impuestos de sucesión. Es imposible reducir en la renta por el seguro de vida, cuando se trata de este.
Un seguro de vida no inversor, no exige inclusiones o especificaciones del dinero recibido por el mismo, dentro del propio seguro. Es decir, no aceptan pagos obligatorios o especiales, con el mismo capital o beneficio.
La excepción de la hipoteca y la fiscalidad de los seguros de vida
La hipoteca es una de las modalidades más importantes cuando se habla de fiscalidad de seguros de vida. La excepción dentro del IRPF en cuanto a los seguros de vida, tiene que ver con la hipoteca.
Si bien se trata de un proceso sencillo de ejecutar, pueden reducirse en el IRPF aventajando a los involucrados.
Considerar la deducción sobre las adquisiciones de las viviendas, trae consigo un pago importante. Podrás deducir hasta un 15% para incorporarlo en la compra de viviendas.
Cabe la posibilidad de que ciertos bancos hayan optado por exigir firmas pertinentes, antes de conceder préstamos hipotecarios. Las contrataciones de seguros de vida, en esos casos son sumamente comunes, ya que se trata de pasos legales obligatorios.
Estas firmas o contratos previos pueden ser abolidos y cancelados si el beneficiario lo considera oportuno. Lo más resaltante de sus posibles anulaciones tiene que ver con la utilización de las cuotas.
Las sumatorias totales de las primas de dinero usados en los respectivos seguros, pueden ser añadidas a la hipoteca mediante cuotas. Este proceso se realiza dentro de los cálculos de la base de la deducción.
Beneficios fiscales del seguro de vida
Lo más importante es saber que algunos seguros de vida se desgravan. Es por esto que es necesario que sepas cuál es el que más te conviene a la hora de tributar. Las declaraciones de renta, en algunos casos, cuentan con una opción para autónomos. Esta opción permite la desgravación de primas pagadas para dicho seguro de vida con un monto máximo.
Es relevante en estos casos saber que para poder acceder a la desgravación, el tomador y el beneficiario deben ser la misma persona. Ahora bien, si se trata de diferentes personas, es necesario saber que se estará sometido al régimen de impuestos a sucesiones y donaciones. Esto hará posible que procedan las deducciones que legalmente se encuentran establecidas por las prestaciones que procedan de los seguros de vida.
Algunas recomendaciones a tomar en cuenta
En caso de que tengas contratado un seguro de vida, es de suma relevancia que sepas cuáles son las condiciones fiscales que aplican para el contrato que has suscrito. Saber exactamente qué tipo de seguro tienes contratado y quiénes son el tomador y el beneficiario del mismo.
Si te interesa contratar alguna póliza, debes tomar en cuenta cuál es la fiscalidad de los seguros de vida que rige. Debes elegir un seguro que no solo te garantice una suma de dinero para tu jubilación o por si tienes algún accidente. Sino que también te sea conveniente a nivel fiscal.
A final de cuentas, debes siempre buscar la asesoría de un experto en materia tributaria, un abogado o un contador público te darán las mejores recomendaciones para estos casos de fiscalidad de los seguros de vida.