Un buen seguro contra daños puede hacer la diferencia entre perder tu patrimonio o garantizar su seguridad.
Un seguro contra daños es aquella póliza que se encarga de cubrir algún tipo de perjuicio producido contra bienes muebles o inmuebles. Y aunque estos contratos sirvan para proteger el patrimonio del asegurado contra algún daño externo que pueda presenciar, también existe el seguro contra daños a terceros.
Cada compañía de seguros establece su propio contrato, con la intención de especificar el límite máximo de indemnización que está dispuesto a cubrir por los siniestros.
Una de las características más importantes que presenta este tipo de póliza, es su principio general de enriquecimiento. Esta claúsula explica que los asegurados no pueden mejorar su posición económica gracias a las compensaciones de los seguros contra daños.
En la actualidad, es muy sencillo contratar este tipo de seguros, solo hace falta escoger una buena empresa aseguradora.
Al conocer con exactitud las garantías y condiciones que proporcionan, así como los beneficios y la rapidez con la que responden a los inconvenientes, es más simple seleccionar a la aseguradora correcta. A continuación más información sobre los seguros contra daños.
Tipos de seguros contra daños
Existen muchas clases de seguros contra daños que se encargan de garantizar la seguridad y patrimonio de sus afiliados. Algunos de los más importantes son:
Seguro contra daño de incendio
Este tipo de pólizas indemniza los daños y pérdidas materiales que se hayan producido durante un incendio. Es importante resaltar que la cobertura abarcará los objetos e inmuebles descritos en el contrato.
No existe obligación por parte de la aseguradora de pagar la indemnización cuando el incendio es provocado con intención por parte del asegurado.
Seguro contra daño de robo
Cuando se trata de seguros contra daños de robo, existe una indemnización por las sustracciones ilegítimas por parte de terceros sobre los objetos asegurados.
En este caso, la compañía aseguradora deberá calcular el valor de las pérdidas materiales, a fin de pagar el monto correspondiente. Esto luego de realizar las investigaciones pertinentes que garanticen la causa de pérdida de los objetos. Además, por supuesto, de esperar los plazos acordados en el contrato por si los bienes fueran hallados.
Seguro contra daño de crédito
El objetivo principal de los seguros contra daño de crédito consiste en otorgar una cobertura de riesgo, sobre los impagos de los deudores. Esto quiere decir que la aseguradora indemniza a sus afiliados con las sumas de dinero acordadas, cuando los deudores sean incapaces de pagar.
En este sentido, la única forma para que este proceso se lleve a cabo, es si los deudores se declaran insolventes o en bancarrota.
Seguro contra daños de transporte terrestre
El seguro contra daño de transporte terrestre indemniza las pérdidas o daños materiales de los vehículos transportadores. La cobertura básica que ofrecen las aseguradoras tiene relación con el choque, vuelco, descarrilamiento, colisión, encunetamiento y embarrancamiento de los transportes.
Sin embargo, también consideran los desastres naturales que puedan dañar o deteriorar los vehículos. Es así como los incendios, explosiones, rayos, huracanes, deslaves, crecidas de agua o tormentas forman parte de la lista de estos desastres naturales.
Seguro contra daño de responsabilidad civil
Esta póliza se ocupa de cubrir el daño que ocasione el asegurado o alguien a su cargo. Sin embargo, existen ciertas excepciones que impiden que el contrato se haga efectivo, y tiene relación con el dolo del asegurado.
El seguro contra daño de responsabilidad civil solo es válido cuando se producen daños por causa accidental o involuntaria. Si este es el caso, la empresa tiene la obligación de hacerse cargo de los gastos que corresponden a la defensa, mientras no se exceda del límite del contrato.
También es importante resaltar que para realizar algunas actividades, es necesario contar con este seguro. Circular con vehículos y la posibilidad de salir a cazar, son algunas de las actividades que lo requieren.
Ejemplos de seguros de daños
Actualmente son muchas las personas que solicitan la afiliación de pólizas contra daños. Sin embargo, aún existen individuos que desconocen la utilidad de este tipo de servicios. En este sentido, es importante resaltar algunos de los momentos más relevantes donde son de provecho los seguros de daños:
- Cuando ocurren robos: Al contar con un seguro de daños enfocado en los robos, se puede garantizar la recuperación de gran parte del dinero perdido. Muchas de las aseguradoras se encargan de prestar este servicio tanto para hogares, como para locales comerciales.
- Cuando se presentan desastres naturales: En muchas ocasiones los desastres naturales pueden dañar por completo o deteriorar los muebles o inmuebles personales. Si se adquieren este tipo de seguros, se puede garantizar la recuperación de todos los objetos de valor perdidos.
- Cuando se producen incendios: Los seguros contra daños no pueden proteger directamente los objetos o inmuebles de valor contra el fuego, pero pueden garantizar la remuneración por todo lo dañado.
¿Qué es el seguro de daños a terceros?
El seguro de daños a terceros es un tipo de póliza que garantiza cubrir los gastos producidos en diferentes accidentes. Básicamente se trata de daños ocasionados por los asegurados, que pueden ser dueños de viviendas, de coches o empresas, hacia terceros.
Al no contar con un seguro de daños a terceros, la responsabilidad de arreglar estos daños recae en la persona que los causa. Sin embargo, al contratar una póliza de este tipo, es posible que la empresa aseguradora se haga cargo de las indemnizaciones.
¿Qué cubre el seguro de daños a terceros?
Antes de firmar un contrato para adquirir un seguro de daños a terceros, es indispensable leer todos los términos y condiciones. Muchas compañías aseguradoras presentan muchos más beneficios que otras empresas de seguros.
Y a fin de escoger la póliza más completa, es importante conocer que incluyen las coberturas básicas. En este sentido, las indemnizaciones básicas son:
- Asistencia en viaje: Es muy común que los seguros de daños a terceros garanticen solventar los inconvenientes que se puedan presentar durante un viaje en coche. En caso de un accidente frente a un tercero, este tipo de póliza, se encarga de cubrir los gastos.
- Accidentes laborales: Dentro de una fábrica pueden suceder muchos accidentes, y es por esta razón que es importante la existencia de seguros de daños a terceros. Esto puede garantizar un mejor ambiente laboral, así como evitar problemas legales.
- Daños de alquiler: Cuando se vive en comunidades cerradas como departamentos o casas pareadas, estas pueden presentar inconvenientes que perturben la estabilidad de la vivienda vecina. En este caso, el seguro de daños a terceros puede hacerse cargo de las responsabilidades presentadas en la infraestructura.
¿Qué no cubre el seguro de daños a terceros?
Si bien los seguros de daños a terceros pueden resultar muy beneficiosos, es importante reconocer que poseen limitaciones. Existen muchos problemas cotidianos en la vida de las personas, que no forman parte de las competencias de este tipo de pólizas. Algunas de ellas son:
- Gastos médicos: Al provocarse un accidente, el seguro de daños a terceros no cubre las lesiones corporales del propio asegurado o de otras personas.
- Daños intencionales: El seguro de daños a terceros no cubre los gastos que puedan presentar sus afiliados, cuando fueron perjuicios premeditados.
- Gastos funerarios: Si los asegurados presentan algún accidente automovilístico o de otra índole y se provoca la muerte de un tercero, este tipo de póliza no cubre el inconveniente.
- Exceder los montos acordados: Cada aseguradora establece una cantidad exacta para cubrir los gastos que se puedan presentar en los daños a terceros. Es importante resaltar que las compañías aseguradoras no sobrepasarán su límite estipulado.
¿Qué seguro es obligatorio?
Sin lugar a dudas, todos los tipos de seguros que existen en la actualidad cuentan con sus propios beneficios particulares. Lo cierto es que la mayoría de las personas se toman la tarea de escoger entre la diversidad de pólizas que existen, para poder sentirse más protegidos.
Desde coberturas para resguardar la integridad física de los asegurados, hasta la posibilidad de proteger las viviendas y los vehículos, son algunas de las mayores demandas hoy en día. Cada una de estas pólizas presentan ventajas que pueden hacer más simple la vida de las personas.
Sin embargo, existen algunas clases de coberturas que no son opcionales, pues la ley establece que deben ser contratados por algunas clases de personas. Es así como, no existe un seguro obligatorio que no pueda acoplarse perfectamente con otro tipo de seguro personal. Los seguros obligatorios más comunes son:
- Responsabilidad Civil.
- Incendio, daño a coche o robo.
- Responsabilidad nuclear.
- A todo riesgo.
- Responsabilidad civil de cazador.
En el caso de las personas que solo desean contratar los seguros obligatorios, deben contar con mucha responsabilidad. Deben ser lo suficientemente comprometidos como para cubrir cada uno de sus gastos particulares o accidentes provocados.
Si las personas se sienten seguras de poder cubrir todos los gastos que puedan producirse durante cualquier eventualidad futura, no es indispensable contratar coberturas individuales. Por el contrario, si lo consideran un compromiso muy grande, pueden estudiar entre todas las opciones y adquirir los seguros que se adapten a ellos mismos.
En este sentido, uno de los seguros que cuenta con mayores recomendaciones por los consumidores tiene que ver con los seguros contra daños. Estos ayudan a garantizar el buen estado del patrimonio personal, así como resolver accidentes provocados a terceros.
Hoy en día las personas adquieren los seguros obligatorios que les exige la ley, junto a un buen seguro contra daños a terceros, que pueda protegerlos durante los accidentes.
¿Cuánto tiempo tiene una compañía de seguros para pagar un siniestro?
A pesar de que las compañías aseguradoras tienen la obligación de pagar las pólizas acordadas, existen pasos previos que deben ser respetados. Como es lógico la compañía de seguros no sabrá que debe cancelar los siniestros, si los asegurados no se encargan de notificarles.
Es por este motivo que antes de esperar que la aseguradora responda por sus obligaciones, se debe informar la existencia del accidente. Y este primer proceso tiene un plazo específico de siete días luego de ocurrir el problema.
Los asegurados deben presentar por escrito, antes de transcurrir el lapso de recepción, la información detallada sobre el siniestro. Posterior a este primer paso, comienza el tiempo de espera para la solución del inconveniente.
Para cuando se reciba el informe con los detalles del accidente, la aseguradora contará con cuarenta días para realizar las investigaciones pertinentes y resolver los pagos.
No obstante, si pasan más de tres meses desde que el asegurado se comunicó con la empresa aseguradora y no existe respuesta, puede incurrir en problemas legales. De hecho, al no cumplir con sus obligaciones, se puede aumentar hasta un 20% anual, sobre el valor total de la deuda a favor del asegurado.
A manera de conclusión
Luego de este recorrido por el mundo de los seguros contra daños, se puede decir que estos son más necesarios de lo que parece. Contar con una buena póliza, ya sea en seguros de autos o bienes raíces puede hacer la diferencia entre proteger el dinero o perderlo para siempre.
Por tal motivo, es necesario contar con una buena compañía de seguros, la cual ofrezca planes que se adecuen a cualquier caso específico. Teniendo en cuenta las diferenciaciones entre los seguros obligatorios y los que se ocupan en daños contra terceros, se podrá proteger lo que se desea sin ningún vacío legal.
Un buen seguro contra daños no solo garantiza la protección del patrimonio, sino que además ofrece seguridad a terceras personas, aisladas a las contrataciones de la aseguradora.