Una mujer que logró crear una compañía millonaria, desafiando la discriminación de género de su época. Te traemos la biografía de Mary Kay
Su nombre es sinónimo de éxito en compañías de belleza y cosméticos, pero su vida estuvo llena de altibajos. Aquí te contamos la historia de cómo Mary Kay logró alcanzar el éxito y la fama.
Biografía de Mary Kay ¿Quién fue?
Mary Kay fue una empresaria estadounidense que logró crear una de las compañías más exitosas del mercado de cosméticos. Logró crear una fortuna personal de más de 98 millones de dólares y una empresa que ha vendido más de 1.2 billones de dólares y ahora está presente en casi todo el mundo.
Con una vida llena de altibajos y con casi todas las posibilidades en su contra, aquí te contamos cómo logró cambiar su vida gracias al trabajo duro.
Un matrimonio difícil, la impulsó a crecer
Mary Kay se casó con solo 17 años, con el empresario J. Ben Roger. Juntos tuvieron 3 hijos pero el matrimonio fue un fracaso desde el inicio. Los problemas económicos comenzaron a romper la relación y ella tuvo que salir a trabajar para poder mantener a sus hijos. Su primer trabajo fue como vendedora puerta a puerta de libros de psicología.
Después de años manteniendo a su familia con las comisiones de los libros, para 1939 comenzó a trabajar con Stanley Home Products. Era una oportunidad extraordinaria, puesto que la compañía era muy grande y le daba muchas posibilidades de crecer. Tenía que mostrar las bondades de los productos de limpieza en casas ajenas y en algunas reuniones privadas.
Su aporte económico seguía paleando las dificultades de su matrimonio, pero la infelicidad de ambos comenzaba a fracturar a la familia. Roger fue reclutado como soldado cuando estalló la segunda guerra mundial y, por primera vez, Mary Kay fue completamente cabeza de familia.
Cuando Roger regresó de la guerra, se divorciaron. Habiendo conocido el mundo laboral y demostrando que era capaz de lograrlo todo, buscó nuevos horizontes que la hicieron crecer todavía más.
La empleada estrella no se dejó doblegar
Además de tener que mantener a su familia y luchar con las consecuencias de un divorcio, Mary Kay sufría de una terrible artritis reumatoide. Los dolores en sus huesos dificultaban su trabajo pero no se rindió en ningún momento. Su empeño en el trabajo la convirtió en una empleada estrella en Stanley Home Products, tenía los mejores números de ventas.
Siendo la mejor empleada de la compañía, merecía un ascenso, pero le comunicaron que no se lo darían por el hecho de ser mujer. Mary Kay se negó a ser humillada y menospreciada y renunció inmediatamente a la empresa. Tomó las riendas de su vida nuevamente y comenzó a trabajar para World Gift Company.
Mary Kay tenía un currículum extraordinario y muy buenas referencias. En solo un año, logró que la compañía –que también vendía productos de limpieza- aumentara sus ganancias en un 50%. Demostrando sus capacidades, rápidamente fue ascendida y logró ser la directora nacional de entrenamiento de nuevos ingresos de la compañía.
Pasó años en esa posición, haciendo que la empresa contara cada vez más con personal capacitado. Kay era una excelente trabajadora, pero una vez más la discriminación se hizo parte de su vida. Se enteró que uno de los empleados que ella entrenó, sería contratado recibiendo el doble de su salario. No lo aceptó y renunció prometiendo cambiar el mundo de las mujeres.
Mujeres empoderadas y empresarias: un aspecto que resalta en la Biografía de Mary Kay
Siendo discriminada por su género en múltiples ocasiones, Mary Kay decidió crear un espacio que le permitiera a las mujeres crecer e independizarse económicamente. En 1963, fundó su propia compañía que tituló “Beauty by Mary Kay”. Su idea era dar un espacio para vender cosméticos que fuera completamente atendido por mujeres.
Invirtió todo lo que tenía en sus ahorros: 5000 dólares para crear la empresa. Comenzó en Dallas, Texas y el éxito enseguida se hizo su aliado. Utilizando todo lo que había aprendido de ventas en sus trabajos anteriores, ofrecía a sus clientas experiencias con tratamientos gratuitos, para después ofrecerles los productos en venta.
Todo su personal eran mujeres. Las llamaba sus “consultoras” en lugar de vendedoras. Contrataba a todas las que demostraban que querían mejorar su vida.
¿Cuál era el secreto de su éxito? Desde el comienzo impulsaba a sus vendedoras con bonos de productividad por número de ventas y clientas fieles. También, todas las que trajeran a la tienda nuevas “consultoras”, serían promovidas en cargos mayores. La idea era crear un grupo fuerte para mantener bien sus ventas.
¿Cómo comenzó su propia empresa?
Después de décadas trabajando en el sector de ventas, Kay ya tenía mucha experiencia sobre qué hacer y qué no. Cuando renunció a World Gift Company, decidió escribir un libro con lo que había aprendido. Inició con una lista de cosas positivas de sus antiguos trabajos y después, una de las que había que mejorar.
Cuando tenía todo el material en sus manos, se dio cuenta que había diseñado sin quererlo un plan de negocio para una compañía con su sello y sus ganas de triunfar. En búsqueda de darle forma el sueño, comenzó a investigar sobre posibles nichos de venta y encontró una que unía sus pasiones: el dinero y la feminidad.
Encontró a un señor que trabajaba para una tienda de cámaras de bronceado, que había diseñado una fórmula para la piel. Su producto mantenía el cuerpo hidratado y tenía resultados sorprendentes. Mary Kay le ofreció una suma de dinero por la patente de su crema y fue así como inició todo el proceso de su empresa.
Una empresa 100% Mary Kay
Conociendo a su mercado y siguiendo su propio instinto, Mary Kay hizo que cada producto de su marca llevara su sello personal.
Un aspecto curioso dentro de la biografía de Mary Kay y que fue parte de ese sello personal, era que todos los empaques que se usaban en sus tiendas eran rosados. Esto se repetía en las decoraciones y los atuendos de sus vendedoras. Logró hacer de sus espacios, una fantasía femenina que revivía el sentido más delicado y glamuroso de sus compradoras.
En una ocasión dijo: “Pretende que todas las personas que conoces, tienen un cartel guindado en su pecho que dice: hazme sentir importante. Esto no solo te ayudará a ser bueno en ventas, también en tu vida”. Esa filosofía se la inculcaba a cada una de las empleadas que comenzaban a trabajar para ella.
Con un afán de que su personalidad estuviera presente en cada rincón de su tienda, Kay intervenía en todos los procesos. Las jerarquías de su empresa, si bien eran muy respetadas, no eran excluyentes. Dentro de cada tienda se creaba una familia.
Incluso en las cabezas administrativas, Kay incluyó a dos de sus 3 hijos para que la ayudaran a que todo el negocio permaneciera en las manos correctas.
El secreto del éxito: empleadas felices
Después de vivir en carne propia muchos inconvenientes, Mary Kay sabía que la mejor forma de mantener una empresa con buenos números, son sus empleados. Ella trataba a cada miembro de su personal como parte de su familia. Se involucraba en todos los procesos creativos de la empresa y todos la conocían por su carisma y buena actitud.
Rápidamente “Beauty by Mary Kay” se convirtió en todo un éxito. ¿Qué le ofrecían al público? Comenzaron únicamente con 5 productos: una crema limpiadora facial, una crema nocturna, un tónico refrescador de piel, una crema para el día y una mascarilla. Los precios variaban desde 1.5 a 4.95 dólares.
Lo que diferenciaba a la tienda de las demás, era el trato personalizado de sus vendedoras hacia el público. A todas las que tuvieran mejores índices de ventas, además de premiarlas con ascensos, les regalaba joyería, vacaciones pagadas y hasta carros.
Los Cadillacs rosados, el premio soñado
Todas sus empleadas sabían que si trabajaban duro, recibirían buenos beneficios. El más deseado de todos, era el famoso Cadillac Rosado. Mary Kay era amante del rosado y había logrado que manufacturaran un auto solo para ella. A las empleadas más destacadas, las premiaba con su propia versión rosada último modelo.
Para 1994, había entregado un total de setecientos Cadillacs rosados, valorados en más de 100 millones de dólares. Su equipo de ventas se esforzaba al máximo para lograr buenos números porque sabían que daban buenos resultados. Esta fue la clave del inicio exitoso de su empresa: empleados felices.
Sus ganas de ser promovidos y su ambición por los premios, hizo que los primeros dos años los vendedores de Mary Kay lograran un total de un millón de dólares. La inversión inicial fue de solo 5000 dólares. ¡Fue un éxito total!
Una empresa igualitaria
Habiendo sido discriminada en las dos empresas anteriores para las que trabajó, Kay sabía que su idea de negocio debía ser diferente. Creó una póliza llamada “equal pay for equal job” (el mismo pago para el mismo trabajo), en la que todas sus empleadas tenían los mismos beneficios.
Trataba a cada miembro de su equipo como si fueran su propia familia. Los beneficios económicos que ofrecía, nacían de su propia necesidad de cambiarles el mundo a las mujeres. Al ser divorciada y haber tenido que mantener a su familia, había vivido en carne propia lo trágica que puede ser la pobreza.
Como parte de sus ideas para mantener la compañía feliz, diseñó las “convenciones”. Que eran grandes fiestas en las que todas las tiendas de Mary Kay se reunían a discutir nuevas ideas y a celebrar. Este concepto sigue vigente hoy en día en compañías de todo tipo, e incluso ahora, invitan a celebridades de la belleza (actrices, modelos, maquilladoras, youtubers) a participar.
Un ascenso a compañías multimillonarias
Con el pasar de los años Mary Kay transformó su tienda en “Mary Kay Cosmetics”, después de agregarle todo tipo de productos a su línea. Durante la primera década, logró posicionarse en los primeros puestos del New York Stock Exchange, uno de los listados más prestigiosos del mercado.
Continuando con la biografía de Mary Kay, tenemos que para el año 1979 había logrado superar la barra de 100 millones de dólares en ganancias. Los productos se mantenían con los mismos estándares de calidad y todas las vendedoras vivían bajo sus recomendaciones. Para 1985, Mary Kay contaba con un valor y unos índices de ganancia que superaban los 450 millones de dólares.
Además de hacer que sus tiendas se convirtieran en todo un éxito, ella se comenzó a posicionar como toda una celebridad. Su amor por el rosado y su estilo muy femenino la convirtieron en el ícono de millones de mujeres que querían aprender de ella.
Para 1996, la compañía había crecido tanto que apareció en el top 500 de Forbes, llevando su inversión a otro nivel. Ahora, en pleno 2021 sigue siendo una de las empresas de maquillaje y cosméticos más exitosas del mercado. Todo gracias a una mujer que soñó y trabajó en grande.
Aprendamos de su historia de éxito y la biografía de Mary Kay
Si algo resalta de la biografía de Mary Kay es que desde sus exitosos comienzos, la empresaria decidió que enseñar formaría parte de su vida. No quiso negarle a nadie la posibilidad de aprender de lo que ella había hecho y todas sus memorias las escribía en diarios y cuadernos.
Tras haberse transformado en toda una celebridad, era invitada a charlas y eventos para que explicara cómo había sido su historia. Inspirada en las reacciones que recibía del público, se transformó también en escritora.
Escribió su autobiografía: “Mary Kay: The Success Story of America’s Most Dynamic Businesswoman” (La historia de éxito de la mujer empresaria más dinámica de América) que se publicó en 1981 y enseguida se volvió un best seller. Mary Kay logró vender más de un millón de copias y fue traducido en más de 7 idiomas.
Después escribió “Mary Kay on People Management” (Mary Key y la administración de personal) que se publicó en 1984 y es uno de los libros más buscados del mundo. “You can have it all” (Tú puedes tenerlo todo) que lo sacó al público en 1995 y “Miracle Happens” (Los milagros pasan), que salió al mercado en el 2003 (libro póstumo).
Cada uno de sus libros nos acercan a la realidad de una mujer que luchó contra la discriminación y logró transformar 5000 dólares, en una empresa que hoy está valorada en 500 millones de dólares. Murió de un ataque cardiovascular a los 83 años en el 2001.
Sin duda, la biografía de Mary Kay es inspiradora. Los sueños, alimentados con perseverancia son la mezcla perfecta para alcanzar el éxito.