Hoy te hablamos sobre la mejor forma de llevar la relación entre el matrimonio y las finanzas personales
Entendemos a la familia como la célula fundamental de la sociedad, el matrimonio sería la génesis de la misma. Según el derecho, el matrimonio se define como una sociedad que se forma o constituye de mutuo acuerdo entre dos personas. Dependiendo de la legislación, será solo entre hombre y mujer, pero otras reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Esta sociedad puede asimilarse a un contrato.
Este “contrato matrimonial” es muy particular ya que no tiene plazos, pero se supone indefinido y las condiciones como el respeto, la fidelidad, están tácitamente aceptadas.
Cuando dos personas deciden contraer matrimonio, los contrayentes asumen derechos, pero también y sobretodo obligaciones y responsabilidades.
El matrimonio y las finanzas
A través de la historia, el matrimonio se ha convertido en una institución, regulada por la ley y normada en muchos casos por principios religiosos. En otras palabras, el matrimonio se convierte en un proyecto de vida entre las partes que deciden unirse para materializar un proyecto de vida en conjunto. Para que el matrimonio sea exitoso debe existir una justa repartición de las cargas, de los deberes y las obligaciones.
Entre las obligaciones matrimoniales se encuentran las económicas y financieras. Para hacer frente a los gastos comunes, generalmente algunos matrimonios recurren a elaborar un presupuesto familiar. La elaboración de un presupuesto, permite estimar los recursos disponibles y los gastos, así como las posibilidades de ahorro familiar.
Dentro del matrimonio, las finanzas juegan un papel muy importante en la relación. De hecho, se dice que el amor une a las parejas y las finanzas los divorcian. Esto lo demuestran algunos estudios, como por ejemplo el de la Universidad de Utah, el cual señala que las parejas que discuten periódicamente por el tema de las finanzas, estadísticamente tienen 30% más probabilidades de terminar divorciados.
El presupuesto familiar
Siendo las finanzas un tema muy sensible en la vida matrimonial, es aconsejable que exista transparencia y sobre todo mucha comunicación y responsabilidad en su tratamiento, para lograr establecer un clima de confianza entre los cónyuges. En este sentido es recomendable establecer un presupuesto que permita que ambos sepan, cuáles son los ingresos y cuáles son los gastos del hogar, así como la manera en la que cada uno aportará.
Disponer de una herramienta de planificación como el presupuesto familiar, permite establecer una proyección de los ingresos y los gastos. Este presupuesto debe tener un tiempo determinado, que generalmente se utiliza el lapso de un mes. También debe contemplar un monto para cubrir gastos imprevistos y/o emergencias. Además, de un monto para el ahorro.
Cuando los dos miembros del matrimonio trabajan, es conveniente que ambos se comprometan a realizar aportes al presupuesto familiar. Sin embargo, es sano que ambos tengan un espacio propio para sus gastos personales. El exceso de control en las finanzas del otro, puede ocasionar malestar y disgusto en la relación entre las partes.
Aspectos a considerar
Son varios los aspectos que deben estar contemplados en los gastos del presupuesto del matrimonio. Estos son: la alimentación, la renta o el pago de la hipoteca de la vivienda, gastos por salud, de transporte e incluso esparcimiento, aspecto fundamental para la salud mental.
Si el matrimonio tiene hijos hay que prever también el pago de la matrícula de la escuela, los uniformes, el calzado, juegos, etc.
Debido a los avances tecnológicos, hay otros dos elementos que cada vez más se vuelven imprescindibles en el funcionamiento del hogar. Uno es poseer una conexión a Internet y el otro es poseer un teléfono móvil o celular.
La elaboración de un presupuesto, debe contemplar también un estimado o previsión para realizar inversiones necesarias para el equipamiento de la vivienda. La propuesta en este sentido, es contraer créditos o deudas, con cuotas manejables para la adquisición de bienes muebles, electrodomésticos o viajes de turismo o placer.
La sociedad matrimonial
Cada legislación establece la forma en que debe crearse el matrimonio y las consecuencias que acarreará. Una de ellas es la comunidad de bienes que se crea a favor de ambos miembros, si no se expresa una disposición contraria. A esa sociedad entran a formar parte, todos los bienes muebles e inmuebles, las ganancias y beneficios económicos obtenidos, así como el saldo de todas las cuentas bancarias.
La propiedad y administración del fondo corresponde por partes iguales a la pareja. De esta forma se requiere que ambos estén de acuerdo en los gastos, en las inversiones o en las ventas de los bienes familiares, que se deban realizar y que afecten al presupuesto común del matrimonio.
De esta forma, se entiende que debe existir un consenso para las decisiones vinculadas al manejo de los bienes y recursos del “fondo”. Los bienes de cada uno, obtenidos antes del matrimonio, no forman parte del “fondo común”, a menos que de común acuerdo decidan incluirlos. Tampoco forman parte del “fondo”, los bienes productos de herencias o donaciones.
Existen algunas causales para terminar con la “sociedad” o el acuerdo matrimonial, las cuales son las siguientes:
- Por la separación formal de las partes, a través del divorcio.
- Por muerte de algunos de los miembros de la pareja, lo cual genera el cambio de estatus legal. El sobreviviente adquiere la condición legal de viudo o viuda
- Cuando por una declaración judicial se produce la nulidad del matrimonio.
Una vez que ocurra cualquiera de las causales enumeradas en el párrafo anterior, se procede a realizar un inventario de los bienes muebles e inmuebles de la pareja. Incluyendo las cuentas bancarias y las deudas adquiridas durante el matrimonio. El resultado obtenido en estas cuentas, los cónyuges deberán repartirlo en partes iguales. Exceptuando el caso de fallecimiento.
El régimen de separación de bienes
Algunas parejas optan antes de casarse por esta modalidad, en la cual los cónyuges deciden mantener su independencia financiera. En este acuerdo, se permite que cada uno pueda continuar manejando sus ingresos y/o bienes sin necesidad de consultar con su pareja. De igual forma se maneja el tema de los gastos y las deudas, cada uno asume su responsabilidad.
Este acuerdo realizado antes de contraer matrimonio, no significa que los cónyuges se desentienden de los gastos comunes y de mantenimiento del hogar. Sino que se refiere a algunas circunstancias en las cuales es recomendable, que la pareja decida realizar separación de bienes, como son los siguientes tres ejemplos:
- En el caso de que uno de los miembros de la pareja cuente con importantes bienes de fortuna, tanto muebles como inmuebles
- Si uno de los miembros de la pareja, sea el dueño o posea acciones en una empresa, sobre todo si es de origen familiar.
- En el caso de que existan hijos fuera del matrimonio, de alguno o de los dos miembros de la pareja.
Es importante dejar claro que el establecimiento de este acuerdo, no significa desconfianza hacia la otra persona. Sino que se realiza como previsión, para evitar futuros inconvenientes legales en torno al manejo de las finanzas familiares y consecuencias hacia terceros.
Para las situaciones de emergencia
Cada cierto tiempo se presentan situaciones imprevistas, las cuales hay que asumir las consecuencias. Cuando hablamos de matrimonio y finanzas estamos hablando de un compromiso, establecido de mutuo acuerdo. Algunas personas vinculadas con el derecho, lo definen como un contrato legal que tiene consecuencias económicas y judiciales
Al presentarse estas situaciones de emergencia, se requiere que la pareja enfrente juntos la circunstancias y asuma las consecuencias que se deriven de ellas. A continuación señalaremos los siguientes tres ejemplos de eventos, que suceden con frecuencia y que inciden en las finanzas de la pareja:
- Una situación en la cual se produzca una merma del ingreso familiar, bien sea producto del desempleo temporal o por la quiebra de la empresa o el negocio familiar. Situación que se repite en la coyuntura actual de pandemia.
- Una situación producto de un accidente en el hogar o producto de una catástrofe ambiental o simplemente un robo, que afecte a los bienes muebles o inmuebles del matrimonio. En el caso de daños producidos por causas naturales, estaríamos hablando de tormentas, huracanes, terremotos, inundaciones, etc.
- Una situación en la cual alguno de los cónyuges o miembros de la familia sufra un accidente o enfermedad grave que produzca la incapacidad para seguir trabajando o produciendo económicamente, o incluso la muerte.
Para protegerse financieramente de este tipo de situaciones de emergencias es recomendable adquirir una póliza de seguros que cubra los gastos en cada uno de estos casos. Debido a que estos eventos no son predecibles, es importante cubrirse ante estas eventualidades, ya que los mismos pueden arruinar o colapsar las finanzas del matrimonio.
Causas de divergencias en las finanzas del matrimonio
Como hemos señalado anteriormente, el matrimonio se trata de un vínculo en el cual las dos partes acuerdan convivir y llevar un proyecto de vida juntos. Sin embargo este acuerdo se puede romper y las finanzas es una de las principales causales. Es importante para la relación de la pareja que no se establezcan diferencias entre mi dinero y tu dinero. Se debe hablar de nuestro dinero.
De esta forma se debe visualizar el matrimonio como un equipo en el cual hay un objetivo común, sin embargo, son múltiples las causas que pueden generar conflictos en la relación conyugal, señalaremos algunas, que pueden ser frecuentes:
El dinero no alcanza para cubrir los gastos
Este caso es muy común, cuando alguno de los cónyuges es más ahorrador y previsible y el otro es más gastador y dispendioso. Aquí comienza el proceso de adjudicación de culpas, la solución del problema se basa en la honestidad y hacer concesiones mutuas.
Discrepancia en torno al uso de los fondos o ahorros
Posiblemente se presentan diferencias en torno al uso de los ahorros disponibles. Esto lo puede producir la diferencia de expectativas de los cónyuges (siempre hay uno más pesimista y otro más optimista)
¿Qué dejarle a los hijos?
Este tema también produce conflictos, ya que posiblemente no coincidan las visiones sobre lo que deban heredar los hijos. Si existen hijos fuera del matrimonio, la cosa se complica mucho más. A quién dejarle, qué y cuánto heredarles, pueden ser causas de conflicto de la pareja.
Mudarse o cambiar de vivienda
Cuando los hijos de la pareja crecen y se van de la casa, surge la revisión de la relación. Entre otras cosas se plantea la posibilidad de mudarse de vivienda o venderla, alegando el tema económico y/o sentimental. Este tema también puede ser fuente de conflictos ya que posiblemente tengan posturas distintas.
Algunas reflexiones
La base de la relación en el matrimonio y las finanzas es la confianza mutua y la honestidad que debe existir entre la pareja. Debemos estar claro que las infidelidades, tanto personales como en las finanzas, seguramente provocará que la relación culmine con el divorcio. El matrimonio debe convertirse en un plan de vida para la pareja y cada uno trabajar para que funcione.
En principio es importante que la pareja entienda que con el matrimonio, ya dejan de ser dos individuos, sino que se convierten en un equipo. Para que funcione como tal, debe existir transparencia en todo, incluyendo las finanzas. Sin embargo, esta sociedad puede terminar por decisión de las partes o de una que decida llevar la culminación del matrimonio por la vía legal.
El matrimonio se convierte para la pareja, en una carrera de retos y obstáculos, en la cual las partes, deben tener la madurez necesaria para enfrentarla y superarla juntos. Para enfrentar estos retos es necesario también establecer de mutuo acuerdo lo que sería un presupuesto familiar, el cual evitará que se produzcan gastos innecesarios que no sean consensuados.
En el presupuesto matrimonial, debe existir una previsión para gastos de emergencia y para ahorro. Algunos expertos en el tema familiar, señalan que estos montos destinados a tales fines deben estar por el orden del 10% del total.
A veces la practicidad es la mejor alternativa.
Finalmente, cuando la relación matrimonial no se puede salvar, existen normas que establecen cómo se debe producir el arreglo de las finanzas de la pareja. La separación casi siempre es un proceso difícil, porque representa el fracaso de un proyecto de vida. Sin embargo, lo deseable es que las partes logren establecer un acuerdo, en el cual ninguno salga perjudicado,
En definitiva, el matrimonio y las finanzas son aspectos que se encuentran entrelazados. La dinámica de uno influye directamente en el otro, es por ello que las decisiones y acciones deben ser racionales y conscientes. La idea es buscar puntos de equilibrio y de armonía.