Como un eficaz instrumento de ahorro, el plan de pensiones individual es una alternativa viable para responder ante las contingencias de la vida
Desde hace tiempo, se ha venido popularizando un instrumento de ahorro, conocido como plan de pensiones individual. Esto es debido básicamente a los beneficios fiscales que se obtienen de él, y al amparo financiero que representa para el beneficiario ante una situación de precariedad futura.
En los países donde aún no se ha comprendido su inestimable valor, el sistema de Seguridad Social es el único mecanismo e institución que permite el ahorro “con vistas al futuro”. Es decir, se ve como una garantía para obtener una pensión o jubilación cuando la edad del trabajador o las circunstancias así lo ameriten.
El plan de pensiones individual representa una necesidad real para quien vive en una sociedad donde lo contingente es la norma. La volatilidad de la economía, las enfermedades y el cambio climático pueden mermar nuestra capacidad para trabajar y ser independientes. Así que, hablar de plan de pensiones individual es necesario.
Plan de pensiones individual
El plan de pensiones individual, o Fondo de pensiones como algunos lo llaman, es un producto financiero de ahorro a largo plazo. Lo particular de este fabuloso instrumento, es que se concreta como un contrato donde una persona libremente y de forma privada, lo suscribe con la entidad financiera.
Ahora bien, el plan de pensiones individual no es exclusivo de los bancos, también los seguros, servicios de inversiones y las instituciones crediticias, lo ofrecen. Como podrás darte cuenta fácilmente, este instrumento de ahorro se gestiona a través de una institución privada.
Por otro lado, estos aportes que hace la persona de forma frecuente, van a parar a un fondo que se emplea para inversiones en activos financieros. Es decir, no es un dinero muerto que cae en un pozo y luego se usa cuando ya no puedas trabajar o estás incapacitado por alguna enfermedad. Todo lo contrario, mientras que llega la fecha de cumplimiento del plan, el dinero es invertido por las instituciones responsables.
Objetivo del Plan de pensiones individual
En términos muy simples, el plan de pensiones individual tiene por objetivo suministrar rentas o capitales al beneficiario en contingencias tales como la viudez, la incapacidad laboral, la jubilación, supervivencia, orfandad, invalidez, entre otros.
Estas rentas o capitales se entregarán al beneficiario de forma puntual (único pago) o en forma de renta vitalicia (pagos mensuales, como una pensión). Todo este derecho se deriva de un contrato suscrito por una persona, denominada partícipe, quien es la que decide constituir el plan de pensión individual.
En este punto, ten en cuenta que el plan de pensión individual no anula automáticamente tus aportes hechos a la Seguridad Social. De hecho, el plan de pensiones individual es de carácter privado, mientras que la Seguridad Social es de carácter público, son ámbitos diferentes.
Características del plan de pensiones individual
Todo plan de pensiones individual se caracteriza por:
- Carácter voluntario: esto quiere decir que la constitución del mismo y la adhesión correspondiente se hacen de manera libre y voluntaria por una persona en favor de otra. En este contrato participa como intermediario la institución financiera como garante de ese producto o instrumento de ahorro.
- Naturaleza privada: el plan de pensiones individual cuenta con personalidad jurídica privada. Esto significa que este producto solo es ofrecido por un ente privado, y no por el Estado. De igual forma, los beneficios de dichos planes forman parte de las decisiones de la empresa privada que lo oferta. Sin embargo, el Estado se reserva el derecho de establecer normas y leyes para proteger a los usuarios de este tipo de productos así como sus inversiones.
- Carácter complementario: las leyes permiten la coexistencia de la Seguridad Social y el plan de pensiones individual, así que no son mutuamente excluyentes, más bien se complementan. El plan de pensiones individual no elimina tu derecho constitucional a la Seguridad Social, a sus planes y beneficios, así como disfrutar de tu pensión por vejez, sobrevivencia o por incapacidad.
En palabras muy concretas, el plan de pensiones individual es un contrato en el que una persona se compromete a depositar o aportar de manera frecuente cierta cantidad de dinero que podrá usar él o el beneficiario, toda vez que pierda la capacidad de ganarse su propio sustento o no pueda trabajar.
Elementos personales
Los sujetos implicados y relacionados con la suscripción y gestión del contrato del plan de pensiones individual, se conocen tradicionalmente como elementos personales.
Los elementos personales del plan de pensiones individual son dos: los constituyentes y los beneficiarios.
Ahora bien, te estarás preguntando, ¿quiénes son los constituyentes? En este punto, debes saber que son dos: el promotor y el partícipe.
El promotor es la persona que motiva la creación del plan de pensiones individual. Puede ser una entidad financiera, o una entidad crediticia, o un fondo de inversiones, o una aseguradora. En pocas palabras, el que oferta el producto de ahorro a largo plazo a un tercero.
Mientras que el partícipe es la persona sobre la cual se constituye el plan de pensiones individual. Es la persona o personas que realizarán los aportes, son los que se han adscrito al plan de pensiones individual. Una vez ocurrida la contingencia (muerte, invalidez, incapacidad, entre otros), se le da de baja.
En otro orden de ideas, los beneficiarios son las personas físicas que tienen el derecho de recibir los aportes y los beneficios del plan de pensiones individual, sean partícipes o no. Estos beneficios se contemplaron en el contrato, al inicio de la transacción.
Modalidades del plan de pensiones desde la perspectiva de los elementos personales
El plan de pensiones cuenta con tres modalidades esenciales, en función de la relación jurídica entre quienes constituyen el contrato. Dichas modalidades son las siguientes:
- Planes de pensiones del sistema de empleo: el rasgo fundamental de este tipo de planes es que existe una relación netamente laboral entre el promotor y el partícipe. El promotor puede ser una empresa o entidad y los partícipes son sus empleados. Estos planes no excluyen a los partícipes de los beneficios de la Seguridad Social.
- Planes de pensiones del sistema asociado: este tipo de planes es la relación asociativa entre los partícipes y el promotor. Normalmente, aquí los promotores son los miembros de una asociación, gremio o sindicato, y los partícipes son los asociados, agremiados o integrantes de estos grupos. Los partícipes, en tal sentido, son los únicos que pueden hacer aportes.
- Planes de pensiones del sistema individual: esta modalidad se destaca porque no existe ninguna relación concreta entre el promotor y el partícipe, ni laboral ni de otra índole. Este tipo de planes solo puede contar con un solo promotor. Este tipo de plan de pensiones individual cuentan con similitudes con el Plan de jubilación, Fondos de inversión y los Unit Linked.
Elementos reales del plan de pensiones individual
Los elementos reales del plan de pensiones individual son los aportes y prestaciones de dicho plan. Se les llama capitales financieros, y en palabras más simples, es el dinero.
Por su parte, los aportes son las cantidades de dinero “depositadas” en el plan de pensiones individual por parte de los partícipes (o partícipes y promotores en el caso de los planes de pensión de empleo). El monto y frecuencia de tales aportes están muy bien establecidas en el contrato.
Además, también están contempladas en el contrato las circunstancias en las cuales se pueden modificar los montos y la frecuencia de los mismos, así como su incidencia en los derechos y montos percibidos a futuro por los beneficiarios. También se establecen las circunstancias en las cuales se suspenderán tales aportes.
Por otro lado, los aportes pueden ser semanales, quincenales, mensuales, trimestrales, semestrales o anuales. Pero esto no implica que el partícipe no pueda hacer un “depósito” fuera de estos períodos, lo que llevará el nombre de aportes extraordinarios.
Ahora bien, ¿qué son las prestaciones? En términos simples, es el dinero que perciben los beneficiarios, o el mismo partícipe, con el acontecimiento de la contingencia expresada en el contrato del plan de pensiones individual.
En este punto, es importante destacar que el beneficiario puede elegir, una vez ocurrida la contingencia, si desea recibir las prestaciones inmediatamente o a partir de una fecha en particular.
Si el pago se recibe una única vez, pues asume la forma de capital. Pero si las prestaciones se pagan de manera regular y frecuente, asumen la figura de renta, que pudiera ser vitalicia o no.
Modalidades del plan desde la perspectiva de los elementos reales
Las modalidades del plan de pensiones individual son tres, y el criterio que las determina son las obligaciones y aportaciones establecidas en el contrato. Estas modalidades son las siguientes:
- Planes de pensiones de prestación definida: aquí la cantidad de las prestaciones que recibirán los beneficiarios está pre-establecidas desde el comienzo, desde el momento de la suscripción del contrato por los elementos personales. Este monto puede ser una cifra concreta o una cifra referencial (sobre la base de los indicadores económicos y financieros).
- Planes de pensiones de aportación definida: en esta modalidad, la cantidad o el monto de la aportación mensual, trimestral o semestral que haga el partícipe, se establece al inicio del contrato. Aquí, es el beneficiario quien asume el riesgo de tipo financiero, debido a la variabilidad de los indicadores económicos.
- Planes de pensiones mixtos: como supondrás seguramente, provienen de la combinación de las modalidades anteriormente descritas.
Finalmente, en relación a los planes de pensiones mixtos, hay que considerar tres variaciones importantes.
La primera, el monto de la aportación está definido desde el inicio, por lo que se garantiza la prestación mínima o la capitalización de intereses mínima.
La segunda, el monto de las aportaciones está definido desde el comienzo, por lo que se garantiza la obtención de intereses por la capitalización de las mismas aportaciones.
Y la tercera, donde los planes pueden presentar una y otra situación descrita en líneas anteriores.
Contingencias contempladas
Recuerda que el fin último del plan de pensiones individual busca reunir un capital a largo plazo para responder precisamente ante las contingencias. Las contingencias más comunes contempladas en el plan de pensiones individual son las que se detallan a continuación:
- Jubilación: tener acceso a este beneficio de ley, contemplado en la Seguridad Social, una vez cumplida la edad correspondiente, o de forma anticipada o tardía. Es un complemento de la jubilación del sistema público, no lo olvides.
- Incapacidad: cuando la persona haya contraído una enfermedad laboral o haya tenido un accidente en el trabajo que originó su incapacidad total o parcial, o produjo la invalidez, que no le permita en lo sucesivo trabajar como lo venía haciendo.
- Muerte del partícipe o del beneficiario: la ocurrencia del fallecimiento del partícipe o del beneficiario, confiere derechos en la viudez, orfandad o a una tercera persona para encargarse del plan y recibir las prestaciones del mismo.
- Dependencia: está relacionado con la incapacidad, y también tiene que ver con el deterioro de la capacidad mental o física, o la combinación de ambos. Esto implica la contratación de un tercero para el cuidado de la persona y poder realizar las actividades diarias como higiene, alimentación, descanso, entre otros.
La fiscalidad del plan de pensiones individual
Tal y como se mencionó al inicio de este artículo, una de las mayores ventajas y bondades del plan de pensiones individual es la fiscalidad. Esto quiere decir que es posible hacer las deducciones de las aportaciones hechas por el partícipe.
En palabras más sencillas, todas las aportaciones que se hagan podrán deducirse en la base imponible del impuesto sobre la renta (IRPF). En este sentido, las aportaciones se convierten en un crédito fiscal importante, es decir, un ahorro fiscal.
Por otro lado, cuando el beneficiario recibe la prestación (en la modalidad de capital o renta), se convierte en un sujeto de retención. Se deben agregar a la base imponible del beneficiario obligatoriamente, el cual lo debe tributar como gravamen.
Para finalizar, el plan de pensiones individual es un instrumento muy eficaz para el ahorro a largo plazo. Con este plan, podrás “construir” un capital que tendrás disponible cuando te jubiles. También podrían disfrutarlo tus beneficiarios cuando ya no estés o no tengas la capacidad de generar ingresos.
