Una mirada al mundo financiero y bursátil desde las herramientas del análisis racional y las emociones que nos muestra El Inversor Inteligente
El Inversor Inteligente, la obra maestra del Economista estadounidense Benjamín Graham (1894-1976). Es considerado el primer libro que observa la perspectiva de los inversores desde el análisis racional y los aspectos emocionales.
Ambos aspectos deben tenerse en cuenta para poder impulsar cualquier estrategia en el mundo de las inversiones bursátiles.
Para Graham, la acción no es solamente un indicador en una pantalla, es una participación en el patrimonio de una empresa, y cuyo valor no está solamente atado a la cotización de esa acción en sí.
El valor de una acción a futuro es solamente una simple función de su precio en la actualidad. Mientras más alto sea el precio cuando se adquiere esa acción, menor será su rentabilidad.
El mercado siempre se alterna entre un aparente optimismo y un pesimismo irracional. El Inversor Inteligente es una persona con alta dosis de pragmatismo que compra a pesimistas y vende a optimistas.
Para el Inversor Inteligente es fundamental tener en cuenta que no debe pagarse nunca un precio elevado, por más atractiva que parezca una inversión, debe tenerse un margen de precaución.
El Inversor Inteligente frente a la especulación y la inflación
En El Inversor Inteligente, Graham plantea que una operación de inversión no es más que aquella que puede garantizar estabilidad y un rendimiento razonable.
En todo caso, es importante realizar un profundo análisis previo de esa inversión, así como del entorno que rodea a la empresa o negocio a invertir.
Al respecto, este autor plantea tres elementos claves que sintetizan esta idea:
- Análisis exhaustivo de la empresa cuyas acciones se comprarán
- Aspirar a resultados óptimos más que a resultados extraordinarios
- Protegerse frente a posibles pérdidas futuras.
En El Inversor Inteligente, Graham hace una distinción clara entre inversor y especulador. El inversor es racional, busca estudiar y calcular el valor de una acción, analiza el entorno alrededor del negocio.
Mientras que el especulador es más intuitivo, no siempre tiende a observar de forma profunda el entorno y basa sus análisis en el precio puntual del mercado.
Para Graham es fundamental diversificar las inversiones para salir airosos frente a la inflación y la incertidumbre. En ese sentido, sostiene que el Inversor Inteligente no debe colocar todos sus fondos en una sola alternativa.
El Inversor Inteligente: Dos estilos
En criterio de Graham, existe el inversionista agresivo, el que que investiga, selecciona y evalúa constantemente su cartera de inversiones y sus fluctuaciones. Es muy activo lo que le genera desgaste físico y emocional.
Por su parte, el inversionista defensivo, es el que crea una cartera de inversiones estable y que no requiere tanto seguimiento, suele ser más pasivo y no implica mucho esfuerzo ni desgaste.
Tolerancia al riesgo
Graham expone en su libro que el inversor puede tener actitudes agresivas y defensivas, a la hora de actuar en el mercado de valores.
Sin embargo, su aptitud inteligente lo llevará a manejar muy bien sus niveles de tolerancia hacia el riesgo. Si lo aborda de forma adecuada podrá diversificar sus inversiones de forma satisfactoria.
Uno de los elementos que debe tener en cuenta es minimizar la aplicación de estrategias que no generen resultados claros.
Graham lo plantea muy bien en el capítulo 6, cuando sintetiza que tanto para el inversor agresivo como para el defensivo, la inacción e inercia son perjudiciales. Hay que tener un claro sentido de la oportunidad.
Por otra parte, Graham determina que el Inversor Inteligente debe calcular bien sus riesgos no sólo a la hora de hacer una inversión, sino también para preservarla.
Aunque no es fácil acertar con los movimientos finales del mercado, se pueden detectar algunas señales que permitan acertar movimientos futuros favorables.
En este sentido, se debe leer muy bien las señales que indica el mercado de valores en determinados momentos.
Por ello, Graham indica que, cuando una acción sube es porque el entorno está encantado de pagar un precio superior al valor objetivo de un activo.
Mientras que cuando baja, el mercado está desesperado por desprenderse de aquella acción por menos de su valor real.
El Inversor Inteligente y la diversificación de carteras
Uno de los elementos que destaca Graham en su libro, es el papel de los fondos de inversión. Señala que son instrumentos accesibles en precio y que suelen tener altos niveles de regulación.
Pero deben evaluarse muy bien sus niveles de riesgo frente a la volatilidad del mercado en ciertos momentos.
De ahí destaca la importancia de la asesoría a la hora de invertir. Para Graham, el Inversor Inteligente debe buscar siempre opiniones de terceros, que gocen de reputación y experiencia. También es importante el análisis individual profundo del mercado a considerar.
Graham expone que debe tenerse en cuenta, las perspectivas a largo plazo de la empresa, la fortaleza financiera y su capital y antecedentes. Así como todo lo relativo en materia de pago de dividendos y las referencias de su cúpula directiva.
Por supuesto, Graham considera que el Inversor Inteligente debe siempre evaluar no solo los indicadores o comportamientos más recientes de una acción o cotización. Se debe evaluar su desempeño en el tiempo.
Conocer el conjunto de los vaivenes financieros de esa empresa, ayuda a tener un panorama amplio y realista, al momento de invertir.
Consideraciones a la hora de actuar en el mercado de inversiones
Graham destaca que el Inversor Inteligente debe tener en cuenta la selección de acciones. En ese sentido, menciona cómo debe ser esa estrategia en función de las características del inversor agresivo o el defensivo.
Para el inversor defensivo, Graham plantea como una estrategia válida el poder comprar acciones en todas las empresas presentes en la Bolsa de Valores.
La estrategia podría ir enfocada en adquirir fondos de inversión de índice de bajo coste. Esto permitiría generar el mismo principio de estabilidad y tranquilidad.
Mientras que en el caso del inversor agresivo, el autor propone ser más pragmático. Debido a la personalidad de este tipo de inversor, es importante siempre evaluar los movimientos previos.
Determinar qué aspectos debe mejorar y potenciar, tanto de las operaciones exitosas, pero sobretodo de las negativas.
La importancia de tener un margen de cobertura
Graham hace mención a las acciones de valores convertibles. El autor destaca que el uso de estos instrumentos en específico debe manejarse con cautela, y siempre sustentandose en diversos análisis previos.
Graham plantea que el Inversor Inteligente debe manejar siempre un margen de cobertura en sus operaciones de mercado. Para el autor, hay que anticiparse a los imprevistos, para lo cual recomienda siempre ampliar las opciones de inversión.
Para él, ampliar el portafolio de inversión garantiza que no haya sorpresas drásticas, cosa que puede pasar cuando solo inviertes en una única empresa.
El inversionista inteligente invierte en varias empresas. Si una acción cae de precio, puede cubrir sus pérdidas, con los crecimientos en el valor de otra.
Es por ello que reafirma la importancia de evaluar el comportamiento a largo plazo de las empresas a invertir, así como el papel y desempeño de los directivos.
Es importante mencionar que para Graham, el Inversor Inteligente debe tener una madurez emocional, ser analítico, ver todos los indicadores posibles, escuchar diversas aristas y opiniones. Pero sobre todo, evaluar muy bien los resultados previos obtenidos y las enseñanzas que dejan estas.
En síntesis, Graham propone que la inversión será más inteligente en la medida en que la decisión que lo justifique tenga un trasfondo empresarial.
El éxito en el mundo bursátil será mayor en la medida que el proceso de decisión sea racional y se adopte una posición de empresario.
Coméntanos ¿Inviertes racionalmente o te dejas llevar por los resultados del momento?